13.10.10

Onírico

En algún lugar de esta ciudad, un hombre despertó una mañana con la idea bien clavada en la mente de que su esposa lo engañaba; no sabía cómo, no sabía con quién, no sabía en qué momento. Simplemente sabía que su esposa estaba durmiendo con otro.

El hombre comienza a seguir a su esposa a todas partes; va con ella a la oficina, comen juntos todas las tardes, la lleva en auto él mismo a sus citas con sus amigas... nada. El hombre no logra desentrañar el misterio de la esposa infiel, sin embargo, sabe con certeza que ella duerme con otro.

Una noche, ella se prepara para dormir, se lava los dientes, se pone el camisón y se acuesta al lado del esposo. Sonriente le da un beso en la mejilla y le dice: "buenas noches". He ahí el tan buscado cambio. Ella se ha puesto unas gotitas de perfume tras las orejas para dormir, es casi imperceptible pero el esposo, enloquecido de celos, la huele y se da cuenta del engaño. Su esposa ha estado durmiendo con otro cada noche quien sabe desde cuándo.

Cada noche ella sueña que duerme con otro hombre a su lado y ese otro, a su vez, sueña que duerme con la esposa perfumada de éste.
Ahora lo único que le queda al engañado es esperar a que su esposa esté profundamente dormida, entrar a la habitación que comparte con el otro y matar al infeliz.


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La otra mañana desperté pensando que había dormido acompañada, estaba en posición fetal mirando hacia el lado de mi cama que está pegado a la pared, dejando un espacio considerable para esa otra persona que, en mi sueño, dormía a mi lado. Me sentí algo estúpida a decir verdad, dejando ese espacio para alguien que no estaba; luego pensé en la posibilidad de que quizás, muy remotamente, esa persona pudo haber estado soñando que dormía a mi lado también.

Y ¿qué tal, si esa persona a su vez, había dejado un espacio del lado opuesto de su cama para mí? y ¿qué tal si esa persona más tarde se hubiere sentido estúpida también por imaginar (o soñar) un cuerpo dormido (el mío) a su lado?

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11.10.10

Minificción

Cuando Heracles llegó al jardin de las Hespérides, se encontró con una planta embotelladora de Sidral Mundet.