Estaba ayer leyendo viejos posts de este blog, de hace ya unos 2 años, y me di cuenta de que entonces me dedicaba a escribir mucha poesía, poesía de odio para ser precisos.
Verán, yo soy depresiva y a veces puedo deprimirme por semanas sin motivo aparente, cuando me deprimo así puedo ser también un poco sarcástica y grosera. Así era mi poesía entonces y debo admitirlo, era muy buena.
Me di cuenta entonces de que la idea del artista atormentado que es ya un triste cliché es también bastante cierta, por desgracia yo no me he deprimido de esa manera en mucho tiempo y como consecuencia mis habilidades para escribir se han esfumado. Me pregunto si seré como aquél chiste de Groucho Marx que dice que yo no querría formar parte de ningún club que me aceptara a mí como miembro. Porque es eso, ahora tengo cierta estabilidad emocional, me siento en paz conmigo y con el mundo, no tengo ya nadie a quién dirigir mi indiscriminado odio sin sentido y es esta felicidad la que me impide escribir.
No me quejo de ser feliz pero...podría alguien darme una cachetada?