Un cigarro en la oscuridad ya no significa nada. Uno lo enciende y se consume solo. Los amigos se han ido y el amor no es más que la sombra de lo que fué. Un recuerdo y nada más.
Una lágrima. Un cigarro. No son nada. Nada.
Dichosos los infelices, porque nosotros los que no tenemos nada, no somos nada. Nosotros que lo fuimos todo y lo tuvimos todo y hoy nos hemos quedado en la oscuridad con un cigarro y un recuerdo, nosotros sí que no tenemos nada a qué aferrarnos, nada por lo que luchar o por lo que llorar.
Y la soledad nos consume como la oscuridad a ése cigarro.
Nosotros los que no somos nada y fuimos todo. A nosotros sí que nos lloren, que nos tengan lástima. Que nos entierren en el lodo y que luego nos olviden. Que escupan en nuestra tumba, que bailen, que vivan la vida que nos han arrebatado. Porque la vida es para los vivos y nosotros... Nosotros no somos nada.