13.10.07

Memento mori

Hoy te volví a ver, Miguel, te ví en una calle cualquiera de esta ciudad cualquiera. Supe que eras tú porque estabas sentado fuera de tu casa, en aquél pórtico azul donde me hablabas de tus juegos.
Hoy te ví, Miguel, y supe que eras tú porque traías tus flores de muerto entre tus manos.
Yo no te maté, es cierto, pero así lo sentí aquél día de Septiembre.
Yo no te maté, yo no te maté. Tuve que escribir planas enteras de "Yo no te maté, Miguel" para convencerme de que era cierto.
Hoy te ví, y me llamaste por mi nombre, esta vez no pasé de largo. Me ofreciste tus flores de muerto, pero no pude tomarlas pues al tocarlas me quemaron los dedos.
Todavía no es tiempo -me dijiste.
Todavía no es tiempo -repetí en voz baja.
Hoy te volví a ver, Miguel, y me dijiste que no fue mi culpa.
Hoy te ví con tus flores de muerto y lloré otra vez, como lloré tantas veces, esperando que no fuera cierto.
Tú me dijiste que no era mi culpa y me secaste las lágrimas con tus dedos.
Hoy te volví a ver, Miguel, y ojalá no lo hubiera hecho.

12.10.07

La Tova-qué-cuá?

Es mi cuarto, mi noche, mi cigarro. Hora de Dios creciente. Oscuro hueco aquí bajo mis manos. Invento mi cuerpo, tiempo, ruinas de mi voz en mi garganta. Apagado el silencio.

He aquí que me desnudo para habitar mi muerte.

Sombras en llamas hay bajo mis párpados. Penetro en la oquedad sin palabra posible, en esa inimaginable orfandad de la luz donde todo es intento, aproximado afán y cercanía. Estaba yo con Dios desde el principio. Él puso en mi corazón imposibles imágenes y una gran libertad desconocida. Voces llenas de ojos en el aire corren la oscuridad, muros transitan. (Lamento abandonado en la banqueta. Un grito, a las once, buscando un policía.) En el cuarto vecino dos amantes se matan wey. Y música a pedradas quiebra cristales, rompe mujeres encinta. En paz, sereno, fumo mi nombre, recuerdo. Porque caí, como una piedra en el agua, o una hoja en el agua, o un suspiro en el agua. Caí como un ojo en una lágrima. El porvenir que cae me filtra hasta perderse. Yo soy: ahora, aquí, siempre, jamás.

Un barranco y un ave.
(Dos alas caminan en el aire
y en medio un madrigal.)

Un barranco.
(Ya no lo dijo. Calló, de pronto,
hoscamente para callar.)

Un
(quién sabe. Yo).

Cualquier cosa que se diga es verdad. Antes de mi suicidio estuve en un panal.

(Ana, cállate ya,
que cualquier muerte es mortal.)

Ahora voy a llorar.

No lo he olvidado: aire, piedra deshecha por una decepción, río, alba antes de abrir los ojos, montaña, el cielo sembrado de árboles, vuelo, amor. Yo traía un amor reteadentro, sin hablar, al fracaso. Uva de soledad. Sin luna el mar. Algas en el subsuelo de mis ojos. (Mudé de piel a cada caricia.) Palabras para el fin: Hebras de anhelo, sol menguante, ovejas en la tarde sur. Tibia la mansa hora de dormir.

Que todos mueran a tiempo, Señor,
que gocen, que sufran hoy.

Desampárame, Señor,
que no sepa quién soy.

...Y fue en el día último cuando Se hizo Dios.

A lo largo de mí todos los muertos bien muertos son. (A las 5. Puntuales. En el número 5 del panteón.) Muro de agua, la angustia, se levantó. Humo rojo en mis venas. Transfigurado cielo. De polvo a polvo soy.

Ananananananananananananananananananananananananananana, si, así me llamo yo.

Mina de minerales oscuros, de ciegos diamantes tala de esmeraldas. Agua tierna del pájaro (húmedas ya de música las ramas), buches de piedras que hace la pequeña cascada. Milperío de tortillas para el indio, indios de amor quemado y brazos todavía (le podan esperanzas a su genealogía). Una vereda buscando la llanura. Y una brizna en mis ojos, de agua dura. Magia de amor errante. Fantasma, sombra, umbral.

Algo que soy, me viene a llevar.

(Hay un aroma oscuro desde su cabello musical.)

Eso que nunca he dicho empiezo a callar.

¡Lleva ya tanto tiempo de ser fugaz!

(Le prestaré mis ojos cuando quiera llorar).

11.10.07

Y de rugby?

Pues nada más para los que no sepan, hoy pasaron la repetición del partido del domingo en el que Argentina le ganó a Escocia en un partido que, en mi muy humilde opinión, estuvo buenérrimo (al menos uno de los mejores de la temporada), los escoceces jugaron como nunca dándoles pelea a los argentinos en el segundo tiempo, pero finalmente Argentina se fué con un buen 19- 13 pasando así los Pumas a la semifinal por primera vez en su historia.

Sobre las copas de los árboles

La luz del sol del mediodia brillaba fuerte sobre sobre las copas de los árboles, ahi en donde yo estaba recostada con los brazos bajo mi cabeza y la mirada perdida en las nubes-conejitos.
A lo lejos una voz familiar leía a Wordsworth, no me crean, pero me parece que era la mía. Cierro los ojos, una suave brisa meció agradablemente las ramas de hasta arriba y estremeció un instante mi mente inerte, abrí los ojos, el sol seguía ahí, inmóvil, todo parecía haber cobrado vida, los árboles tenían voz y hablaban con fluidez de temas importantes, las aves ya no eran molestos roedores alados y revoloteaban a mi alrededor con soltura mientras reían y cantaban canciones de marineros y de prostitutas sin piernas.
E l olor a chilaquiles con bisté que preparan en la cafetería ha subido hasta aquí y llega a dibujar una sonrisa aún más grande en mi rostro y vuelvo a cerrar los ojos, los cuchicheos de las personas que se corretean allá abajo llegan a mis oídos como estática en un radio pero sigo escuchando a Wordsworth a lo lejos con una voz que se que es mía.
Respiro profundo y abro los ojos de nuevo, esta vez estoy dispuesta a bajarme del árbol.

La clase ha terminado.

Salgo al ruidoso pasillo que pulula de gente que se emperra afuera de los salones cuales sanguijuelas en celo, está oscuro y frío este pasillo del tercer piso.
De pronto escucho de nuevo a Wordsworth, pero no a lo lejos y no es mi voz quien lo recita, es una respiración pesada contra mi nuca, una mano que se apoya fuertemente sobre mi hombro derecho y la grave voz que lo recita resuena en mi oreja izquierda como las campanadas de una catedral.
Me recitó unos versos al oído y yo no podía mas que sonreír.
Mi profesor de HL2 sí que sabe hacer sonreír a una soñadora empedernida que sueña con Wordsworth sobre las copas de los árboles.

10.10.07

De alta manutención

Lais la Corintia, cuya elegancia y belleza eran famosas, obtenía mucho provecho del comercio de sus perfecciones: los hombres más opulentos acudían a su casa desde todos los puntos de Grecia; pero no se les admitía hasta después de haber pagado el precio que ella misma fijaba, siendo muy exigente en estas peticiones...Un día fue secretamente Demóstenes a su casa y solicitó sus favores. Lais pidió diezmil dracmas, o un talento (osea hartos dineros). Confundido Demóstenes por el descaro de aquélla mujer, asustado por la magnitud de la cantidad, se retiró en seguida, y dijo al marcharse: "No quiero comprar tan caro el arrepentimiento".

9.10.07

C'est pas ma faute!!!

Moi, je m'appelle Lolita
Lo ou bien Lola
du pareil au même
moi je m'appelle Lolita
quand je rêve aux loups
c'est Lola qui saigne
quand fourche ma langue,
j'ai là un fou rire aussi
fou qu'un phénomène
je m'appelle Lolita
Lo de vie, Lo aux amours diluviennes.

C'est pas ma faute
et quand je donne ma langue aux chats
je vois les autres
tout prêts à se jeuter sur moi
c'est pas ma faute a moi
si j'entends tout autour de moi
L.O.L.I.T.A.
moi Lolita.

Moi, je m'appelle Lolita
collégienne aux bas
bleus de méthylène
moi je m'appelle Lolita
coléreuse et pas
mi-coton, mi-laine
motus et bouche qui n'dis pas à maman
que je suis un phénomène
je m'appelle Lolita
Lo de vie, Lo aux amours diluviennes.

8.10.07

Se ardió


La basílica de Hagia Sophia, que triste no? malditos turcos...en fin, cambiando a otros temas mas mundanos y pedestres, no tengo palabras asi que dejo aqui una reflexión sobre el tiempo, porque me acabo de acordar de aquélla exposición en bellas artes "hay tiempo" decia...entrando ahi me di cuenta de que no lo hay, porque no hay tiempo para vacilar y dudar sobre si amar o no...o como diría una libilore cualquiera: "ya llégale wey". Y hoy la machine stopped.


El enigma

El gran mago planteó esta cuestión:

-¿Cuál es, de todas las cosas del mundo, la más larga y la más corta, la más rápida y la más lenta, la más divisible y la más extensa, la más abandonada y la más añorada, sin la cual nada se puede hacer, devora todo lo que es pequeño y vivifica todo lo que es grande?

Le tocaba hablar a Itobad. Contestó que un hombre como él no entendía de enigmas y que era suficiente con haber vencido a golpe de lanza. Unos dijeron que la solución del enigma era la fortuna, otros la tierra, otros la luz. Zadig consideró que era el tiempo.

-Nada es más largo, agregó, ya que es la medida de la eternidad; nada es más breve ya que nunca alcanza para dar fin a nuestros proyectos; nada es más lento para el que espera; nada es más rápido para el que goza. Se extiende hasta lo infinito y hasta lo infinito se subdivide; todos los hombres le descuidan y lamentan su pérdida; nada se hace sin él; hace olvidar todo lo que es indigno de la posteridad, e inmortaliza las grandes cosas.

Voltaire


Creo que así iba, esta memoria mía me traiciona a veces. En fin, vuélvanse locos.

7.10.07

Here comes the sun and I say: it's all right!

Abrí los ojos, estoy en mi cama, a mi lado un cuerpo inerte sueña que sueña haber estado dormido y parece no querer despertar.

Yo tampoco quiero despertar.

Pero ya es tarde, el sol dominical se ha infiltrado groseramente por el ventanal de mi balcón.
Me levanto con cuidado para no agitar demasiado mi dolorido cerebro y camino descalza hacia la cocina. No hay nada.
Me encargo de las infinitas criaturas que habitan conmigo en mi departamento y me reviento pues me acabo de dar cuenta de que no he empezado aquél discriminado ensayo de seis páginas.

Hago una mueca de dolor…El sol.

Pasan de las 11, tengo hartas cosas que hacer y hambre en demasía, me arriesgaré a exponerme a los letales rayos solares que se emperran en lastimar mis ojos y mi frente…con esta migraña carajo.
Entro a mi cuarto (necesito unos pantalones, me vería chocante si salgo a la calle en calzones), y el bulto ya no es más inerte, el necio sol lo ha despertado a él también.
Nos ponemos unos viejos pantalones y lentes oscuros y salimos por las compras matinales (hasta este punto no hemos cruzado mas de diez palabras, es perfecto), sin hablar metemos los mismos productos al carrito (me parece que es el mismo en el que alguna vez me trepé para que tu me empujaras, pero eso no importa ahora), pareciera que nos comunicáramos con un metalenguaje que no conocemos.
Pagamos la cuenta y subimos a la camioneta, las expresiones en nuestros rostros denotan que necesitamos un café bien fuerte. Por suerte acaban de abrir un nuevo Starbucks en la siguiente esquina. Odio el café de Starbucks, pero necesito café, hubiese dicho algo pero me duele la cabeza y el calor del domingo no ayuda.

Parece que no, pero estoy disfrutando mi mañana.

De vuelta al departamento nos damos cuenta de que el café nos ha quitado ya el hambre.
No tengo ganas de bañarme, no lo haré. Me dispongo a leer mi libro de William Faulkner que empecé ayer mientras esperábamos que empezara la película, sigo rezagando aquél temible ensayo que me duele tan solo de pensarlo, subo el volumen de aquél disco de Billy Holiday que me regalaste, para callar mis pecaminosos pensamientos de ponerme a escribirlo.
Termino de leer a Faulkner con un buen sabor de boca, después de todo: “On the night before your birthday, if you get into bed left foot first and turn the pillow over before you go to sleep, anything might happen”.
No hemos pronunciado una sílaba desde hace un par de horas y es un silencio cómodo y es como estar sola sin estarlo y una sonrisa se dibuja en mis labios. Me doy cuenta de que me habías estado observando todo el tiempo, te miro a los ojos, sonrío y te beso. Así, sin explicaciones ni motivos concretos, sin pedirte permiso ni detenerme a pensar si besarte o no.
Ahora hay que sacar a pasear a la perra. Volvemos a colocarnos los lentes oscuros, tu tomas tus lápices extra gruesos y tus hojas enormes de papel. ¿Yo?… yo tomo ahora el Summer Crossing de Truman Capote.
Ahora pienso que si cada uno va enfrascado en sus asuntos, la perra se va a perder. Pero la perra es lista, y no se pierde.
El sol, el calor, las risas de los niños, los perros y las burbujas que flotan a mi alrededor ya no me molestan, un aroma dulzón inunda el ambiente y el paracetamol ha hecho su trabajo. No podría estar más en paz con el mundo.
Un par de minutos después de tener estos deliciosos pensamientos me acuerdo de que mi desayuno fue un vaso grande de English Tofee hace varias horas y que tengo la panza llena de hambre, no quiero irme pero el destino quiere que me vaya.
¿No tienes hambre?. Es lo más bello que me has preguntado.
Un flashazo del ensayo siniestro hace que me hunda en una mueca de dolor, pero ahora solo pienso en la comida que me han prometido.
Buena comida con buen vino, buena película con buenos amigos, videojuegos y palomitas. De pronto la tarde se enciende en risas y en música, y al cabo de unas horas vuelve esta tranquilidad y este silencio dominical que hoy amo.
Amo este domingo, y amo las 6 de la tarde y el vino merlot.
Salimos a caminar bajo el calor rezagado del sol que agoniza, no hace calor ni hace frío, no hay gente en la calle y recuerdo ese poema pues el mundo aquí está callado.
Se ha terminado el domingo y se siente como si se hubiese terminado el mundo, pero nos iremos a dormir y enfrentaré mi lunes como quien enfrenta su última batalla y mañana al despertar de nuevo pensaré en el cuerpo inerte a mi lado que estará soñando que sueña haber estado dormido.

Ahora, si me disculpan, tengo un ensayo que escribir.