10.1.11

Romance#1

Había antes sentido miedo
de sus ojos quedar prendada,
mas cuando vió aquéllo
todo lo que es lógico
en su pensamiento, muerto.

El sinsentido de sus palabras,
el deseo en su mirar ajeno
eran como mil sirenas blancas
en el fondo de sus ojos bellos.

¿Eran azules o verdes?
Pues no importaba eso
eran grandes y vivos,
quizás claros como el cielo,
eran verdes como el mar,
tal vez grises como el viento,
del color de la miel dulce
oscuros como el ajenjo,
no, sus ojos no, sus ojos
eran de color negro,
del color del azabache,
como un valiente caballero,
como noche sin estrellas.
¡Así son sus ojos negros!

Negros como la obsidiana
y como obsidiana bellos
verlos era como flotar
en un intermitente sueño,
como quien cae de una nube
pero nunca llega al suelo,
como quien sueña que sueña
en la mitad del desierto.

En esto estaba su mente,
despertaba del sueño
luego de ver sus grandes ojos;
enfrente está él de nuevo
y en su sonrisa se queda,
la mira desde hace tiempo
sabe que la ama entonces,
él la mira desde lejos
mas nadie, ni el viento sabe,
su amor es mutuo secreto.

Morirán nuestros amantes,
él se batirá en cruel duelo
y de tristeza y dolores
ella moriría luego,
y en el olvido quedarán
sus grandes ojos negros.

Como noche fugitiva
la muerte se acerca lento
se mete por las ventanas,
los acaricia su aliento.

No han sabido, no sabrán,
la angustia no quema dentro
mas sienten frio el corazón,
aquélla les heló el pecho,
toda una vida por llorar
por su corazón ardiendo
lágrimas de sal, lágrimas
hoy está tendido un muerto
lágrimas de sal, lágrimas
ayer estaba en el lecho.

Se azota la ventana,
siente un dolor en el pecho
ya se escuchan las campanas,
el alma huye del cuerpo,
el viento helado la roza,
el frío estremece su cuerpo,
no sabe qué ha pasado
mas lo sabrá a su tiempo,
no volverá a verlo nunca
ni a sus grandes ojos negros,
lo sabe su dulce boca,
se lo ha contado el viento,
lo saben también sus ojos
mas no lo saben de cierto.

Ese día también morirá,
morirá por mutuo acuerdo
un pacto entre dos amantes
es más pesado que el tiempo.

Han muerto nuestros amantes
mas el recuerdo es eterno,
ambos vivirán por siempre.
¡Así era su amor secreto!