1.2.08

Amore sacro e amore profane


Es el título de esta pintura del artista italiano Tiziano Vecellio realizada entre 1514 y 1515.
En honor al mentado mes en el que estamos entrando se me ha ocurrido contarles una anécdota curiosa con respecto a mi papá Cortázar y esta pintura que tengo a bien haber estudiado en mi nulamente provechoso año en el Claustro de Sor Juana en la carrera de pretencioso nombre de la cual formé parte.

En esta obra Tiziano expone tres formas de concebir el amor: el divino, el natural y el irracional.
En primer plano aparecen dos mujeres sentadas sobre una pileta, entre ellas juega un niño alado representando legalmente a Cupido; encarnación romana del dios griego Eros, la mujer de la izquierda es Venus Vulgaris, vestida con ropajes finos y joyas que muestran banalidad, lleva un ramillete de flores y una vasija que representan el mundo material, tangible y efímero, el color blanco y amarillo de su vestido simbolizan satisfacción. Desnuda a la derecha aparece Venus Coelestis promoviendo un amor divino, eterno e inteligente, capaz de apreciar la belleza sin las máscaras de la banalidad, ella lleva una lámpara encendida que representa la eternidad, el pensamiento y el amor a Dios.
La desnudez de Cupido y de Venus Coelestis simbolizan la naturaleza espiritual y el desdén hacia lo terrenal.
El tercer tipo de amor plasmado es el Amor Ferinus, el irracional y que esclaviza por medio de las pasiones, está representado por el caballo desbocado en aparente altorrelieve en la pileta.
En segundo plano aparece un paisaje que pone de manifiesto la maestria con la que Tiziano dominaba la luz crepúscular con su gran variedad de tonos y exponiendo gran dramático realismo con los pliegues de las telas de las modelos.

Y según mi papá...
Julio Cortázar, en su libro Historia de cronopios y de famas, consideró esta pintura como detestable y realizada con una mala técnica, para él, la obra representaba un velorio a orillas del rio Jordán, en cuyo sarcófago se encontraba Dios mismo; la figura de las ropas, según él, es un ángel disfrazado de Magdalena, mientras que el niño es la representación de Martín Lutero (el diablo), quien mete la mano. La mujer desnuda simboliza la Gloria y, a lo lejos, la representación de las liebres es una blasfemia...

Vaya pues que habría que resucitar a Vecellio para preguntarle en persona qué carambas pintó, igual y en realidad es una pintura realista de algo que si pasó o sirvió en algún momento para bonito efecto decorativo en alguna casa renacentista, váyase a saber.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

me parece que a este genio le encataba mezclar elementos reales (amor irracional) con elementos mitologicos (amor divino o inalcanzable en muchos sentidos) , aunque me parece que ese debe ser más irracional que el anterior. hihihihi!

estoy de acuerdo... la gente ve esto como algo decorativo!

LauSanBal dijo...

Me molesta eso... es como si nada mas dijeramos ''Qué bonito!''.

Y uno nunca sabrá los secretos enterrados en tanta pintura... sólo puedo decir: Me rindo ante sus análisis!

Y es que la pintura está muy bien realizada... los elementos y simbolismos me parecen simplemente exquisitos ^^.

Sr. Mimo dijo...

Seguramente la mandó hacer un rico comitente para decorar su casa, pero el artesano Vecellio tuvo dinero para comer un buen tiempo.

Estoy enamorado de tu papá Cortázar

Anónimo dijo...

nadamas quiero que alguien me explique que significa la nube en forma de oso y la que tiene forma de conejo