Yo decidí que iba a ser cuentacuentos gracias a mi buen amigo Memo.
Un buen día en el CUM, habíanle pasado tremendas desgracias a Memo, yo, como buena amiga, me burlé de él y me aseguré de que todos en el salón hicieran lo mismo. Entonces Memo, con lágrimas en sus verdes ojos me dijo muy triste:
"Anita: tú tomas la desgracia de uno y obligas al mundo a vivirla".
Ese día me juré a mí misma que ésa iba a ser mi vocación en la vida.
4 comentarios:
jajaja a huevo, toma tu mision y cumplela! porque donde haya un niño llorando, alla estaras tu, donde haya una rubia con una uña rota, alla estaras tu, donde haya dolor, llanto, y miseria, alla estaras tu para contarnos
Mejor aún es tomar la desgracia obligar al mundo a reirla.
Jajajaja... y ahora eres toda una experta...
Dice la leyenda que López Dóriga nació en la misma forma
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