¡Si uno pudiera encontrar lo que hay que decir, cuando todas las palabras se han levantado del campo como palomas asustadas! ¡Si uno pudiera vencer algo, con sólo lo que encuentra, una piedra, un cigarro, una varita seca, un zapato! ¡Y si éste decir algo fuera una confirmación de lo que sucede; por ejemplo: agarro una silla: estoy dando un durazno! ¡Si con sólo decir "madera" entendieras tú que florezco; si con decir calle, o con tocar la pata de la cama, supieras que me muero!
No enumerar, ni descifrar. Alcanzar a la vida en esa recóndita sencillez de lo simultáneo. He aquí el rayo asomándose por la persiana, el trueno caminando por el techo, la luz eléctrica impasible, la lluvia sonando, los carros, la televisión, la gente, todo lo que hace ruido, y la piel de la cama, y esta libreta y mi estómago que me duele, y lo que me alegra y lo que me entristece y lo que pienso, y este café caliente bajando de mi boca adentro, en el mismo instante en que siento frío en los pies y me muerdo las uñas. Para decir todo, escojo: "estoy sola", pero me da tos y te deseo, y cierro los ojos a propósito...(Ni siquiera es cierto que son las seis de la tarde)
3 comentarios:
te casas conmigo?
Yo ya ni tengo la nocion del tiempo, no se si es hoy, ayer o es mañana...
espera, mañana no es, porque si lo fuera, tu estarias sentada ahi..
saludos, pasa por mi blog!
te vino a visitar la señora de Inland Empire
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