Y un día regresaron a la Tierra.
Nos enseñaron que no éramos ni animales, ni espíritus ni seres humanos. Éramos robots.
Robots de carne, pues habían utilizado ese material para fabricarnos. Nos habían modelado a su imagen, pero de forma grosera, muy aprisa, sin pulir los detalles. Ellos eran los únicos seres humanos del planeta. Se fueron hacía mucho tiempo y nos lo habían dejado. Porque eran indolentes y porque nos habían concebido trabajadores, hábiles, con conciencia profesional y ambición. Durante siglos y siglos, habíamos sido los forjadores de una nueva Tierra.
Pero habían regresado.
Y en la mirada sin vida que nos dirigieron no había ni gratitud ni indulgencia.
6 comentarios:
Malditos!!
pobre Wall-E!
y su amigo cucarachin!
beso1
si pues, pero asi son, ya sabes...los obesos
y no estaban en vips...
estaban en oysho!
pasad por el blog
¿?
Tal vez jamás llegue yo a entender una pisca de lo que quiero encontrar.
mi blog le espera!
y la seccion de comentarios tambien"!
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