Leyendo el blog de mi amigo Apocalipsis, recordé algo que yo solía desear fervientemente cuando era niña: morir primero.
Podrá sonar extraño cuando esto sale de la boca de una niña pequeña, pero en realidad es algo muy egoísta.
Verán, yo no quería volver a vivir la muerte de alguien tan cercano, como mi abuela o mi madre. Quería (quiero) morir antes que todos para no ser la que sufra.
Sin embargo los mayas y muchos otros pitonisos del mundo moderno y antiguo me han dado una opción tanto más elegante y mucho menos egoísta: el fin del mundo en el 2012.
Uno podrá reaccionar a esto con temor, incertidumbre, ataques de pánico y más. Pero no yo, no señor. El destino del mundo me está haciendo un favor enorme al llevarse a toda la humanidad de un solo golpe, por lo que si ninguno de mis amigos o familiares muere en estos pocos más de 600 días, estaré más que agradecida.
1 comentario:
Sabes, yo no había pensado en eso... Así que esperemos que los mayas no se equivoquen. :)
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