Visitando el blog de un gran amigo, recordé este minicuento de mis años mozos, es como la niña del columpio a la que le regalaron un chaleco, es como el juego de Fando y Lis, es como la vida misma. Enjoy.
Desfile patriótico. Cuando pasa la bandera, un espectador permanece sin descubrirse. La muchedumbre rezonga, luego grita. "¡El sombrero!" y se lanza contra el recalcitrante, que persiste en menospreciar el emblema nacional. Algunos patriotas le darán su merecido...Se trataba de un gran mutilado de guerra que tenía amputados los dos brazos.
5 comentarios:
hahaha, no se si reir o sentirme mal...hahaha soy una mala persona!
jajaja como la vida misma...pues si
la vida misma, aunque le fuera la vida en ello, jeje.
Porque la niña se quedo tirada en el lodo para siempre?: porque no tenia amigos.
Wow... pobre hombre, pobrecito, pobrecito, pobrecito de el!
que mal plan jajaja que cruel eres amor, pero igual te adoro
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