El dia que mataron al Cuarenta todo el pueblo se detuvo a llorar frente a su tumba.
Todos conocían al Cuarenta y era de todos buen amigo.
Del Cuarenta no se volvió a hablar en mucho tiempo, hasta el dia en que su estatua desapareció del parque.
Y las cosechas se quemaron.
Y los rios se desbordaron.
Y las mascotas huyeron.
Y los padres fueron humillados frente a sus hijos.
Y los pianos se desafinaron.
Y los autos fueron robados.
El Cuarenta no volvió jamás...y el pueblo tampoco.
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La niña está llorando mucho. Es que ella puede ver a la muerte, déjala que se duerma otro rato.
2 comentarios:
como antigua artista del desnudo, cojea un poco pero nunca derrama nada
Entre mas coja mejor...
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Y si, es una lastima que el Cuarenta y el pueblo no vuelvan a ser los mismos.
Pero algun dia, algun dia...
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