Hoy en ciudad Bimbo

La niña de 6 años lloraba de frio aquella noche, su madre la obligaba a vender pulseras a los turistas del lugar, sin embargo nadie le había comprado nada en todo el día, la pequeña tiene frío y hambre, quiere ir a casa y dormir, quiere ir a la escuela y tener amigos, la niña tenía sueños mas ha descubierto a sus 6 años de edad que los sueños mueren, que sus aspiraciones han de reducirse a vender al menos una pulsera esta noche árida. La niña llora.
No me da lástima, he creído que la lástima es el peor sentimiento del mundo, la niña me mira con odio y me enseña su dedo de en medio.
La niña me calla, la niña está enojada conmigo y con el mundo por tener que vivir esta vida perra.
"¿Y tú qué?" me dice en voz baja mientras piensa que el sueño y el hambre que siente no se detendrán hasta que le compre una pulsera.
"¿A tí quién te habló?" me dice con aún mas rencor en su vocecita de 6 años, nunca vi tanto odio en unos ojos tan jóvenes.
La niña no me da lástima, sus circunstancias no me dan lástima, algo que no puedo sentir es lástima, coraje es el que siento contra su madre...su madre carga con un niño aun más pequeño en un rebozo sobre su espalda, a ese niño le espera la misma suerte que a su hermana.