Lo recuerda amargamente, un espasmo vacío se refleja como un vórtice en la boca del estómago al recordar cómo, avergonzado, cubrió su rostro lloroso mientras corría al baño de caballeros, luego de que las lágrimas le amargaran el paladar al ver en sus ojos aquéllos recuerdos de una infancia de abusos.
Todo había comenzado, como siempre, como una broma, y había terminado, como siempre, en llanto.
3 comentarios:
el titulo te invita a leer, pero pues no imaginas que te va a destrozar el alma. jaja, ya estas aprendiendo. Del llanto a la risa y de la risa al orgasmo.
Jajaja... ay pobrecito, pobrecito, pobrecito de el (acento de sentonera).
chale Ana ps q le hiciste al pobre chavo q hasta sus recuerdos de la niñez salio a la luz...tu y tus bromas
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